Tecnología blockchain, el futuro de las empresas aseguradoras

Sergio Velasco||Blockchain|5 minutos de lectura

Blockchain para empresas aseguradoras

Al hablar de tecnología blockchain lo primero en lo que uno piensa es en criptomonedas y servicios bancarios y financieros, pero lo cierto es que esta tecnología puede tener un gran peso en muchos otros sectores en un futuro próximo.

Uno de estos sectores es, como veremos a continuación, el de los seguros.

Para comprender la repercusión y el impacto que puede tener la tecnología blockchain para las aseguradoras debemos entender primero cómo funciona y cuáles son sus principales características.

Explicado de forma sencilla y general, una cadena de bloques o blockchain es una base de datos distribuida de transacciones – la información se valida, almacena y replica en varios nodos descentralizados de forma simultánea - y en la que solo se puede consultar y añadir información. Es decir, en blockchain no se pueden modificar ni eliminar los datos previamente subidos y validados.

Cualquier usuario o entidad puede escribir y leer información en la base de datos. La base de información que se guarda en esta base de datos es la transacción que puede ser validada por cualquiera. Estas transacciones se agrupan en bloques y estos bloques enlazan con los bloques previos, generando así la cadena de bloques o Blockchain en Inglés.

De esta forma, blockchain permite un acceso sin barrera de entrada, transparente y seguro a la información que hay en las transacciones almacenadas. Al tratarse de un sistema descentralizado es muy difícil que pueda caer en un ataque cibernético o sufrir interrupciones de servicio dado que no tiene un único punto central de fallo. Además, como hemos visto, la información no puede ser manipulada ni modificada lo que lo hace un sistema más confiable que las bases de datos tradicionales que dependen de un tercero.

Blockchain y el sector de los seguros

Como vemos, la tecnología blockchain tiene una serie de cualidades (seguridad, transparencia, fiabilidad, auditabilidad, descentralización…) que la hacen muy atractiva para su uso en un sector como el de los seguros en el que se maneja mucha información y en el que la veracidad y fiabilidad de los datos es muy importante. Si además usamos una red pública con criptomoneda nativa (Ethereum por ejemplo). Tenemos “dinero” programado en la propia red para que pueda ser integrado con cualquier aplicación de insurtech.

Según un informe de MaketsandMarkets la tecnología blockchain moverá alrededor de 1.400 millones de dólares en el mercado asegurador en el año 2023.

De hecho, ya se han producido grandes movimientos entre las empresas del sector. En 2016 surgió B3i (Blockchain Insurance Industry Initiative), una agrupación de compañías de seguros unidas con el fin de explorar de forma colaborativa los usos que le podían dar a la tecnología blockchain.

Del mismo modo se ha creado The Institutes RiskStream Collaborative otro grupo compuesto por 34 aseguradoras que se han unido para encontrar soluciones basadas en blockchain a problemas concretos de la industria como pueden ser la detección de fraudes, el acceso a distintos flujos de información o en el cálculo de riesgo.

Veamos algunas aplicaciones concretas en las que la tecnología blockchain para las aseguradoras puede mejorar las prestaciones y los resultados de las mismas.

Blockchain para las aseguradoras: Contratos inteligentes, prevención del fraude y previsión de riesgos

La tecnología blockchain puede resultar muy útil a empresas aseguradoras de todo tipo (seguros de vida, de hogar, de automóvil…) a la hora de estimar el riesgo y establecer el precio de sus pólizas. Tener información fiable, actualizada y accesible es primordial en este sentido.

Además, la aplicación de blockchain para las aseguradoras permite automatizar los procesos de contratación de seguros, así como sus renovaciones o el pago de indemnizaciones mediante los llamados contratos inteligentes. En base a la definición previa de Blockchain como una base de datos de transacciones, estas transacciones, también pueden almacenar código que se guarda en todos los ordenadores de la red, no se puede modificar una vez se escribe (como las transacciones) y tiene garantía de ejecución, esto se conoce como programas imparables.

Podemos definir un contrato inteligente o smart contract como un programa informático que se auto-ejecuta por medio de una transacción. Este programa suele tener una lógica de negocio para automatizar transacciones o realizar determinadas operaciones específicas en base a reglas o condiciones.

Es decir en el momento en el que se cumplan una serie de requisitos (como por ejemplo, los que se piden para poder formalizar un seguro o cobrar una indemnización después de un accidente) de forma autónoma y sin la participación de ningún intermediario humano (abogados, notarios, corredor de seguros, peritos, etc) se desencadenarían las acciones previstas, en este caso, la contratación del seguro o el cobro de la indemnización.

Por otro lado, nadie puede manipular el código una vez que se registra y el sistema de verificación propio de blockchain dificulta que se den por válidos documentos falsos o información errónea que pueda derivar en cobros fraudulentos de indemnizaciones, debido a la auditabilidad del sistema.

En definitiva los smart contracts pueden mejorar sensiblemente los procesos de las aseguradoras actuales puesto que son más seguros, ágiles y baratos al tiempo que previenen el fraude.

Esto podría redundar en unos mayores beneficios para las aseguradoras pero también en mejores condiciones para los beneficiarios de los seguros que podrían ver reducidas sus primas además de beneficiarse de procesos más ágiles y sin errores o subjetividades humanas de por medio.

Otro caso de uso podrían ser seguros entre particulares a modo de red colaborativa sin intermediarios. En estos nuevos modelos que desintermedian, las aseguradoras podrían generar negocios basados en tokens, que aportaran valor a todas las partes integrantes de la comunidad y que automatizarán la mayor parte de la operativa que hay actualmente de forma mucho más eficiente, segura y transparente.

Garantía de acceso y privacidad de los datos

En el caso de los seguros de salud, la tecnología blockchain permitiría por ejemplo mejorar el flujo de información entre los centros médicos y hospitalarios y las propias aseguradoras. En blockchain el usuario es custodio de sus datos y puede elegir qué información comparte con quién de forma segura mediante la criptografía (sistemas de identidad digital soberana y credenciales basadas en atributos). En este sistema, la confidencialidad del paciente quedaría garantizada. Además el hecho de que los datos no puedan ser manipulados aumentaría la confianza y evitaría intentos de fraude.

Por otro lado, tenemos el caso de las reaseguradoras. Este tipo de empresas ofrece seguros a las compañías de seguros. Es más, las aseguradoras suelen contratar a varias reaseguradoras para un mismo riesgo. La idea es garantizar la subsistencia y la liquidez de las compañías aseguradoras en el caso de que se produzcan catástrofes naturales o situaciones en las que se las reclamaciones y las indemnizaciones se disparen.

En situaciones de este tipo, con tantos agentes implicados y con un volumen elevado de incidencias, el intercambio de información entre todos los agentes no siempre es sencillo. Suelen ser procesos aún en muchos casos manuales y por tanto, lentos, subjetivos e ineficientes.

Con blockchain todo este flujo de información sería mucho más sencillo e incluso los pagos y cobros podrían automatizarse como hemos visto mediante la ejecución de smart contracts.

Nuevos modelos de negocio: el ejemplo de IBISA (Inclusive Blockchain Insurance Using Space Assets)

Por otro lado, la tecnología blockchain permite a las aseguradoras explorar nuevas vías de negocio como puede ser el de los microseguros o nuevos mercados.

La empresa española IBISA, por ejemplo, ha implementado una cadena de blockchain con la que ofrece seguros asequibles y casi personalizados a pequeños agricultores de países en vías de desarrollo. A través de un modelo de mutualización, los seguros de IBISA permiten a los agricultores compartir riesgos sin una autoridad central y de manera transparente.

Las tareas administrativas además se han automatizado para reducir errores y costes. Por ejemplo, las indemnizaciones a los agricultores en caso de inundaciones o sequías son regulares e instantáneas. No es preciso que haya antes una reclamación por su parte. Desde IBISA se realizan evaluaciones periódicas de la situación de los campos asegurados gracias a la información suministrada por los satélites.

Si quieres conocer más acerca del valor que aporta esta la tecnología a la industria aseguradora ponte en contacto con nuestros especialistas en blockchain.